Hay ciertas cosas en la vida de un ser humano que no debe faltar. Y no porque sea algo que es importante y debemos tener sí o sí, sino porque es obligatorio para que nuestro cuerpo pueda funcionar correctamente. Dos de esas cosas son, sin duda, la alimentación y el agua, que son fundamentales para nosotros.
De hecho, no basta solo con comer. Esto quiere decir que no solo basta con comer, por ejemplo, hamburguesa todos los días. Hay que comer variado y de forma saludable, o, en caso contrario, también estaremos perjudicando al cuerpo.
¿Cómo influye una correcta alimentación en la salud?
Antes que nada, has de saber por qué es importante la salud para nuestro cuerpo.
Me gustaría que te formases en la mente la idea de que nuestro cuerpo es como una máquina (porque de verdad que lo es). Si una máquina no tiene electricidad o gasolina para moverse, da igual que sea la más adelantada a su tiempo y la que tenga mejores funcionalidades del mercado… va a ser un muñeco metálico que no puede moverse ni hacer absolutamente nada.
Al ser humano le sucede exactamente lo mismo que pasa a una máquina, pero con el agua y la alimentación. El ser humano necesita de ciertos elementos en su organismo para que este pueda moverse con total libertad, y esos son: los nutrientes, las vitaminas, proteínas, hidratos de carbono, grasas y las sales minerales. Imagino que te suena todo por haberlo tenido que estudiar en el instituto, ¿no es así?
¿No te ha pasado nunca que has comido poco y has estado como aletargado y sin fuerzas? Esto es así porque el cuerpo necesita energía, que es lo que le da todo lo necesario para que todo en su interior y en su exterior funcione. Sin energía, somos como un aparato eléctrico sin corriente: un muñeco.
La energía se obtiene de tres elementos básicos que se obtienen en la alimentación: los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. Si no ingerimos la correcta cantidad de cada uno de ellos, estaremos cansados, aletargados y sin ganas de nada.
Por lo tanto, has de saber que, en el caso de no consumir la suficiente energía (y no solo energía, sino alimentos en general), nos encontraremos con que nuestro cuerpo intenta funcionar pero no puede y, en consecuencia, puede llegar a enfermar.
Por ello, has de saber cómo alimentarte correctamente.
Enfermedades provenientes de una mala alimentación
No comer todo lo que se debería y no comer los nutrientes y elementos que necesita nuestro cuerpo puede poner en serio peligro nuestra salud, porque pueden producirse alteraciones digestivas y un desequilibrio del microbiota intestinal, entre otras.
Sin embargo, has de saber que puede traer consigo las mismas y terribles consecuencias NO comer TODO lo que se debería… como comer EN EXCESO. Tan malo es no comer suficiente como comer de más, porque los extremos nunca son buenos, y muchísimo menos cuando hablamos en términos de salud.
Por todo ello, es importantísimo que sepas y entiendas qué enfermedades trae consigo una mala alimentación para que puedas evitarlo:
- Si comes de más, obtendrás obesidad… y diabetes. Porque la grasa se acumula en nuestro cuerpo cuando recibimos alimento de más, y esto hace que nuestro colesterol suba y nos ponga seriamente en peligro. Además, ten en cuenta que hay ciertos alimentos con los que no podemos pasarnos, como el azúcar, porque consumirla de más puede hacernos caer en la diabetes.
- En consecuencia, puedes sufrir enfermedades cardiovasculares. ¿Sabes que el colesterol significa que tienes grasa en las venas? ¿Y sabes que la sangre es importantísima porque va y viene al corazón para repartir energía y oxígeno por todo nuestro cuerpo? Si obstruimos sus venas y arterias, que son como sus carreteras, y no puede llegar al corazón… podríamos sufrir un
- Alteraciones del microbiota intestinal y del sistema digestivo. Nuestros órganos están preparados para trabajar de cierta manera, pero, como nosotros, también descansan. ¿Qué ocurre si un sistema como el digestivo, que trabaja entre 2 y 4 horas tras cada comida, NUNCA dejase de trabajar? ¿Y si el intestino siempre estuviese funcionando? Pues que conseguimos gases, reflujo, estreñimiento, diarrea y acidez, entre otros. Por todo ello… déjalos descansar.
- Si no comes lo suficiente, no tendrás energía. Evidentemente, ¿no? Si comes menos de la cuenta no vas a contar con la energía suficiente como para poder funcionar el resto del día, y vas a sentir la necesidad de no levantarte del sofá. Esto puede incluso darte fatiga. ¿Nunca has tenido tanta hambre que te ha entrado fatiga o dolor da cabeza? Eso es porque el cuerpo te estaba exigiendo energía para poder funcionar porque estaba al límite.
- Comer demasiado de algunos alimentos puede causarte osteoporosis (cito textualmente de un diccionario médico: “Enfermedad ósea que se caracteriza por una disminución de la densidad del tejido óseo y que tiene como consecuencia una fragilidad exagerada de los huesos)”. Si comes demasiados alimentos cárnicos (procesados), azúcares añadidos y grasas malas y, además, no consumes suficiente calcio… tienes un alto riesgo de padecer esta enfermedad. Y esta enfermedad es peligrosa.
- Otra posibilidad es la anemia, que se produce cuando nuestra sangre no produce los glóbulos rojos suficientes. Y esto puede evitarse con una ingesta adecuada de alimentos ricos en hierro y la vitamina 12.
- El temido cáncer… Tener sobrepeso está asociado con ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de mama o el cáncer colorrectal. Además, según la OMS, cerca del 30% de casos de cáncer se relacionan con la mala alimentación. Y, dado lo peligrosa y letal que es esta enfermedad… más vale que nos alimentemos correctamente para tenerla bien lejos de nosotros.
Una correcta y sana alimentación ha de establecerse por la ley del número 5 y por la pirámide alimenticia
Si buscas en internet, encontrarás una pirámide dibujada con escalones y tipos de alimento en cada uno de ellos. ¿Para qué sirve? Para orientarnos sobre la cantidad de cada alimento que necesitamos en nuestra dieta para no incurrir en una excesiva o insuficiente ingesta de algún tipo de alimentos que necesitamos. Es decir, la pirámide nos va a dar la proporción que necesitamos para funcionar.
Pero también has de tener en cuenta la ley del número 5. ¿Qué es esto? Esta ley nos dice que, para no caer en comer de más, lo correcto es que comamos cinco veces al día: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena. Pero, insistimos, en las proporciones adecuadas.
El desayuno es el alimento más importarte del día, porque es de donde vamos a sacar la energía máxima para funcionar.
Y, por lo tanto, es cuando más debemos mimarnos.
Pero has de saber que existen desayunos más saludables que otros, y es bueno que sepas esto. Por ejemplo, un alimento infravalorado son los copos de avena, que son completísimos y super saludables para nosotros.
- La avena contiene unos componentes que suplen la mayoría de los elementos que necesitamos para conseguir energía.
- Nos aporta más carbohidratos, fibra, grasa y minerales que muchos otros cereales, y esto son la mayoría de elementos de los que conseguimos energía.
- Es rica en manganeso.
Y cada vez somos más conscientes de ello. De hecho, desde Rincón del Segura nos informan que la venta de este copo de avena se ha disparado estos últimos años, y cada vez son mas personas las que adquieren este cereal tan nutritivo para su desayuno.
A media mañana, una fruta es lo mejor.
A media mañana tenemos que consumir algo que nos “calme el gusanillo”, pero no dejarnos llevar por la gula. Lo mejor para ello es un alimento alto en vitaminas, que contenga mucha agua y que sea saludable.
Y la fruta entre perfectamente en esa definición, porque nos aporta elementos imprescindibles, contiene mucha agua… y una sola fruta puede calmarnos el hambre.
En el almuerzo…
…si no estás muy seguro de cómo usar correctamente la proporción alimenticia, te vamos a aconsejar que visites a un nutricionista especializado que te oriente y te guíe. Porque es otra parte fundamental de la alimentación y es mejor que te oriente un experto en el tema.
Por la tarde ya tenemos que empezar a bajar el ritmo.
Porque necesitamos que nuestro sistema digestivo empieza a trabajar menos paulatinamente. Por lo tanto, plantéate una tostada, una fruta o algo ligero que facilite la digestión de la comida.
Ten cuidado en la cena, que es donde todos pecan.
La cena es donde menos alimentos debemos consumir, porque es cuando vamos a irnos a la cama. ¡Y no sabes lo peligroso que puede ser dormirte con tu estómago funcionando! Por lo tanto, deja un tiempo prudencial entre la cena y la cama… y, por supuesto, no te des un festín, porque, cuanta más comida pesada ingieras, más tardará en hacer la digestión.
Un último consejo: ten cuidado con las dietas
Grávate esto en la cabeza: cada cuerpo funciona de forma diferente y necesita diversas cosas para funcionar.
Está muy de moda ahora hacer dietas que encuentras por internet, pero esto puede ser gravemente perjudicial para tu salud. ¿Y sabes lo malo? Que quizás tú, que me estás leyendo y eres un hombre, necesitas una cantidad mayor de alimentos que yo para mantener tu cuerpo y tu energía que yo, que soy una mujer. Quizás tú tienes una forma diferente de hacer la digestión y debes comer alimentos diferentes. ¡Quizás eres intolerante al gluten o a la lactosa!
Caer en el error de hacer dieta sin consultar a un profesional puede ponernos en peligro. Ya sea para adelgazar, para conseguir músculos o para mantener la línea… por favor, consulta con un nutricionista y no lo hagas por tu cuenta.