Es necesario reconocer que quien escribe estas líneas es un verdadero enamorado del cine. Esta ciencia es mucho más que un arte y ha servido para que nos emocionemos, para que conozcamos parte de nuestra historia, para que imaginemos mundos ficticios y para encariñarnos con personajes que, si bien no han existido en la realidad, han jugado un papel muy importante en nuestra vida. Personajes míticos como Woody, el juguete animado más popular de Toy Story, o Forrest Gump, o el mismísimo Joker… han tenido y seguirán teniendo un impacto brutal sobre la cultura popular.
Normalmente, del cine se tiende a valorar lo que se ve al ponernos delante de la pantalla: un buen guion, una banda sonora que llegue hasta las entrañas de nuestro ser, actuaciones memorables realizadas por todo tipo de actores y actrices… y nos parece lógico que una película se valore, en parte, por todas estas cosas de las que estamos hablando. Sin embargo, hay más asuntos que deberíamos tener en consideración a la hora de determinar si una película es buena, mala o una auténtica obra de arte que bien merecería los máximos galardones que esta industria les pudiera proporcionar.
Hablando de galardones y de esfuerzos que no se ven, vamos a hacer una pequeña mención a lo que suele costar, en materia económica, una película que tenga potencial suficiente como para ganar un Goya y otra que lo tenga como para hacerse un hueco en Hollywood.
- Según una información escrita en la web de El Debate, una película que pueda ser digna de nominación para los Goya puede costar alrededor de unos 2’5 millones de euros. ¿Os imagináis la cantidad de gente, de materiales y de tiempo que es necesaria para contar con un presupuesto tan grande? ¿Y os imagináis la cantidad de coordinaciones que es necesario implementar para que, durante el rodaje, se vayan cumpliendo los tiempos que se han establecido de antemano?
- En lo que respecta a Hollywood, como ya supondréis, todo es mucho más elevado. En función de los datos que hemos recogido de una noticia publicada por la web BBC.com, el coste de realizar una película para Hollywood es de 200 millones de dólares estadounidenses. Y ahora, os volvemos a repetir la pregunta que realizábamos en el párrafo anterior: ¿Os imagináis todo lo que conlleva un presupuesto tan elevado como ese? No debe resultan en absoluto sencillo coordinar a tanta gente y estar pendientes de tantas cosas como las que pueden caber dentro de ese presupuesto.
Esas labores de coordinación constituyen sin duda uno de los trabajos más difíciles y que más mérito encierran de toda la industria cinematográfica. Y normalmente llevan incluida también una labor logística, ya que, como sabéis, las películas se ruedan en escenarios diferentes y es realmente imprescindible transportar un montón de materiales y equipos de un lugar a otro. La persona o grupo de personas que se encargan de eso son realmente conscientes de la importancia que conlleva un trabajo como el que desempeñan y que está sujeto a una enorme responsabilidad teniendo en cuenta, por ejemplo, lo que cuesta una cámara y el dineral que supone repararla si se rompe.
Las labores logísticas constituyen uno de los trabajos más duros en lo que tiene que ver con la industria cinematográfica. Grabar una película obliga a las personas que se dedican a ella a trabajar en diferentes espacios y diferentes ciudades y a transportar una cantidad ingente de materiales que, además, pueden llegar a ser muy sensibles y que deben tener garantizada su seguridad. Muchos de los contactos relacionados con la industria cinematográfica de los que disponemos nos han indicado que, en ese sentido, es de una especial relevancia contar con todo tipo de cordelería para que todos los materiales estén perfectamente sujetos y no sufran desperfectos. Algunas empresas como Cuerdas Valero, especialistas en suministro de todo tipo de cordelería, ya se han acostumbrado a servir sus productos para labores como de las que estamos hablando.
Trabajar «en la sombra» siempre aporta
Como en casi todas las actividades laborales, hay personas que son la viva imagen de un proyecto y cuyas caras asocia rápidamente la imagen a dicho proyecto o empresa. Sin embargo, es evidente que la labor que ejercen las personas que trabajan en la sombra, en aspectos como la logística, es fundamental a la hora de conseguir que se generen los resultados que esperábamos conseguir. Aunque estas personas no reciban un Óscar o un Goya, son tan responsables del éxito de la producción como los mismísimos protagonistas de la historia.
Si los que trabajan en la sombra no realizaran su trabajo con toda la profesionalidad del mundo, una película no tendría éxito ninguno. Los pequeños detalles siempre se han valorado mucho en el mundo del cine, y más ahora, así que el trabajo de todas estas personas es fundamental para que todo salga a pedir de boca en un esfuerzo tan grande y tan costoso (en todos los sentidos) como lo es el rodaje de una película.
